¡Primera llamada, primera!
Fue quizá el grito desesperado de una paciente de hospital psiquiátrico, o tal vez, el sollozo de un padre humillado, o el sonido de un fusil que lanzó la última bala, pudo ser también la mirada inquietante de un músico al que por cantar protesta, le quitaron la voz.
En medio de ríos de sangre nace el Arte Libertario, un arte que no somete, ni funciona como instrumento de dominación, ni reproducción colectiva; un arte que rompe las ataduras sociales y promueve la emancipación del pueblo.
Las miradas nuevamente ponen atención, los ojos, las cabezas y todo el cuerpo, seguido del pensamiento, deben mirar en distintas direcciones, ni una igual que la otra. En el único momento que estás deberán apoyar la atención al tiempo, será, cuando cada una sienta, ya no lejos (como espectadores) si no de cerca (como protagonistas) a la libertad.
La libertad no es un bien que se otorgue, si no es aquello que se construye revolucionando el pensamiento y el ejercicio social desde lo individual, hasta lo colectivo.
El instrumento, el ARTE, quién pese a la devaluación en la sociedad actual, “… es una actividad tan vital como la ciencia y de hecho penetra en ámbitos de la actividad humana que la ciencia es incapaz de tocar, en este sentido, el objetivo del arte, es capacitarnos para vivir en el mundo, en tanto que el de la ciencia es capacitarnos para dominarlo.”
¡Segunda llamada, segunda!
Una música de fondo que inspira a esperar lo que venga, trabajando, soñando, pensando, sintiendo, construyendo, escribiendo, explorando, viviendo.
Un teatro que se mezcla entre las disciplinas de forma transversal. Un escenario que deja de ser dominio de un público esquisito y de un dueño capital, para pasar a ser una fiesta que se realice en el pueblo, un teatro hecho y pensado por el pueblo. Los mejores actores: los que no lo estudian; los que lo viven, los que día a día representan su sentir en medio de una soledad inquietante.
Un teatro hecho para aquellos que se aferran a construir un mundo distinto, con formas de relaciones diferentes, sin opresión, sin miseria, sin abuso, sin hambre, por el único placer de acabar con el ejercicio del poder en este teatro de lo absurdo, y asumir satisfechos su destrucción.
Es así como se construye en Noviembre del 2008, un espacio en la ciudad de México, en donde emergen y se dan encuentro: conspiradores contra el aburrimiento, bufones libertarios, necios gamberros, almas locas, payasos subversivos, poetas amantes de la noche, incitadores de la libertad, combativos radicales de la opresión, malabaristas del tedio, anarquistas, soñadores, mercachifles, trabajadores, locas y locos, depresivos, trotamundos, amantes, apasionados, niños, ancianos. Mujeres y hombres de mirada noble e ideas libres.
Cuando el arte se convierte en una herramienta que el ser humano utiliza para conocerse, autoanalizarse, recrearse y construirse; este se comprende y se utiliza como medio para provocar cambios y mejoras, se pone al servicio de la reconstrucción social.
Así pues, el arte que no libere a su pueblo no es arte, sino un instrumento de dominación.
Es así que el arte de protesta se ha mantenido desde que los actos de los seres humanos han osado explotar y oprimir a sus semejantes.
El teatro no es propiedad privada, la música, la literatura, la pintura, la danza, la poesía, en fin el arte en general son la base para construir un mundo con seres humanos conscientes que sean capaces de transformar su realidad.
¡Atención público, favor de no guardar silencio, ni mucho menos permanecer en sus butacas!
¡Esta es la tercera llamada, tercera!
¡Que comience la función!
Grupo: “Desakatarte” Integrante de la Federación Local Libertaria.
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